Restauración y Modernización de control eléctrico y electrónico, Se propone una nueva metodología para la identificación y localización de fallas
en sistemas de distribución de energía eléctrica, a través de la instalación de medidores electrónicos para registrar la continuidad en el servicio eléctrico. Estos medidores, facilitan la detección de fallas permanentes o transitorias en redes no homogéneas, proporcionando información sobre puntos débiles de los sistemas de potencia, permitiendo adoptar medidas correctivas con respecto a la duración y frecuencia de las interrupciones, en los circuitos de los sistemas de distribución local. La propuesta planteada mitiga la discontinuidad del servicio y los cuantiosos costos que producen a los agentes de sector eléctrico y principalmente a los usuarios de la energía eléctrica.

La localización de fallas no es un problema nuevo. Sin embargo, las investigaciones que se han realizado en esta área recaen sobre los sistemas de transmisión donde las características homogéneas de la línea, la medición en ambos terminales y la disponibilidad de más equipos, permiten localizar el sitio de falla con alta precisión. La localización en sistemas de distribución es más problemática, por la complejidad debida a la presencia de conductores no homogéneos, cargas intermedias, laterales y desbalance del sistema y de la carga.

Mejorar la calidad del servicio prestado es de vital importancia para una sociedad actual en donde la energía eléctrica es indispensable en la mayoría de las actividades del ser humano, tanto en labores cotidianas domésticas e industriales. Con el avance de las tecnologías, la mayoría de equipos eléctricos y electrónicos de uso doméstico e industrial, son más vulnerables a variaciones de los parámetros de alimentación.

Por ende, la calidad de la energía y la continuidad en el servicio de suministro, deben regirse bajos principios de confiabilidad. En consecuencia es necesario adoptar metodologías que faciliten la rápida y confiable identificación de fallas y de esta manera establecer medidas que mitiguen el impacto económico y social, asociado los factores característicos de la energía eléctrica. Las inversiones que hacen los operadores de red y los comercializadores para mejorar dicha calidad del servicio, se debe evidenciar de manera clara y transparente en interrupciones menos frecuentes y prolongadas, plasmadas en datos de indicadores veraces y definitivos.